RBA publica 'Argo' el libro en el que se basa la película dirigida y protagonizada por Ben Affleck y que se estrena en España el viernes 26 de octubre. Basada en hechos reales, 'Argo' relata una operación secreta, de vida o muerte, para rescatar a seis estadounidenses en plena crisis de los rehenes de Irán, centrándose een el papel ( poco conocido) que la CIA y Hollywood tuvieron.
El libro parte del 4 de noviembre de 1979, cuando una riada de
iraníes, en gran parte estudiantes, irrumpió con violencia en la
embajada estadounidense de Teherán. La decisión de las autoridades
estadounidenses de acoger al anterior líder del país, el Sha,
considerado prófugo de la justicia por la teocracia encabezada por el
ayatolá Jomeini, había sulfurado los ánimos y con este asalto se buscaba
exigir su extradición.
Como medida de fuerza, retuvieron a docenas de ciudadanos
americanos durante un angustioso cautiverio que se prolongó a lo largo
de 444 días. Sin embargo, seis de ellos consiguieron escapar de las
gigantescas y laberínticas instalaciones hasta llegar a los dominios de
la embajada canadiense.
CAMBIOS DE IDENTIDAD Y DISFRACES
Una vez ahí fueron repartidos en diversos domicilios particulares
en los que permanecieron escondidos, confiando, como todo el mundo, en
una pronta resolución del conflicto. La prolongación indefinida de la
crisis, que tuvo en vilo a la comunidad internacional, hizo entrar en
escena al agente de la CIA Antonio Mendez, un excelente dibujante
especializado en falsificación de documentos y cambios de identidad por
medio de disfraces.
Mendez ya contaba con una larga experiencia en las llamadas
"extracciones" de individuos en peligro en puntos calientes del planeta,
por lo que se le encomendó la misión de idear un estrategia y un plan
de acción para sacar a esos seis compatriotas de su cautiverio y
enviarlos sanos y salvos a suelo estadounidense.
La amenaza constante de que estos fueran descubiertos, lo que
podría acarrear su ejecución al tiempo que pondría en una delicadísima
situación al gobierno aliado de Canadá colocaba a Mendez en la tesitura
de tener que actuar con celeridad pero también con la máxima precaución,
ya que la capital iraní era por aquellos días una mezcla de polvorín y
ratonera para cualquier extranjero, y muy especialmente para un
americano.
Y por mucho que sepamos que las películas de intriga guardan
escaso parecido con la realidad, no se le ocurrió mejor solución que
recurrir a profesionales de Hollywood. ¿Por qué no fingir que los secuestrados formaban parte de un equipo que buscaba localizaciones en Irán
para el rodaje de una película que mezclara misticismo con ciencia
ficción? La idea era tan descabellada que merecía la pena probarla.
El cerebro de aquella operación, que irónicamente no se le
ocurriría al más ingenioso guionista de cine, relata los pormenores de
tan peligrosa locura, permitiendo entrar al lector en la cocina de la
CIA y de Hollywood, a partir de su histórica alianza, la cual
mezcló a agentes especiales con creadores de efectos especiales, a
espías y falsificadores con maquilladores.
Antonio Joseph Mendez (Eureka, Nevada, 1940) fue agente de la CIA
entre 1963 y 1990, trabajando para el departamento de Grafismo y
Autenticación. Su papel en operaciones clandestinas, llevadas a cabo
preferentemente en el Sudeste Asiático y Oriente Próximo, consistió con
frecuencia en la falsificación de documentos y en la confección de
disfraces.
Es autor de dos libros previos, Master of Disguise y Spy Dust en
los que recapituló algunos de los episodios más gloriosos de su hoja de
servicios y reveló algunas técnicas de espionaje de lo más inverosímil.
Condecorado con las distinciones más relevantes que ofrece la CIA, es
una de las leyendas vivas del cuerpo, y forma parte del comité directivo
del Museo Internacional del Espionaje de Washington D.C.
Fuente: Europa Press
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