César Cutillas y su hijo Samuel viven en Villarejo de Socuéllamos, una pequeña aldea a las afueras de Madrid. Ambos inician una terapia para trazar nuevos lazos de unión y así lograr que Samuel consiga integrarse en la sociedad.
La calma que buscan se ve entorpecida tras un homicidio ocurrido en el pueblo. La familia de la víctima señala a los Cutillas como claros culpables. El pasado turbio de César, los problemas de su hijo y la mala relación entre ambas familias sostienen la acusación.
La vida en Villarejo es apacible, pero sus gentes guardan secretos y conforme avanza la investigación, se abrirán nuevos frentes que dificultarán la resolución del caso.
Un thriller de intriga que se enmaraña con cada página y mantiene al lector con la incógnita durante toda su lectura.
OPINIÓN
Una novela negra al uso, pero esta vez narrada desde la voz del padre del sospechoso. El autor nos invita a sentir su angustia, su nerviosismo. También relata muy bien como son las gentes de pueblo, los chismes, los rencores, las venganzas.
Los personajes de César y Samuel, como padre e hijo respectivamente, están perfectamente creados, cada uno de ellos con sus virtudes y sus carencias. Este libro retrata también de forma fidedigna la España rural que tenemos cerca de las ciudades, aun estando tan cerca, sus vidas son tan diferentes. Me encanta la forma en la que te hace notar que en una ciudad eres totalmente anónimo, pero viviendo en un pueblo estás siempre sometido a escrutinio y rumores, algunas veces infundados, otras con peso de la razón.
Me ha encantado la forma en la que el autor enrosca y enmaraña distintas situaciones, creando espirales de angustia en algunos momentos. Es un libro que, aunque no abusa de adjetivos ni se dilata en describir los lugares y los ambientes, te introduce dentro del pueblo, dentro de las casas de cada uno de los vecinos que aparecen en esta trama.
Lo recomiendo por su fácil lectura y la forma en la que te engancha desde la primera página.
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